En esta publicación del mes de mayo, la Escuela de Familias en Agroalimentación, te invitamos a conocer más sobre nuevos cultivos aragoneses.

Desde la Alianza Agroalimentaria Aragonesa te invitamos a conocer más….

El campo siempre espera la primavera.

El campo aragonés empieza a cambiar de ciclo, de colores, de tiempos, la primavera avanza lo que será el nuevo tiempo y los cultivos toman tonalidades diferentes.

Nuestros cultivos se eligen por muchos factores, como las condiciones climáticas, el tipo de suelo, la demanda del mercado y las políticas agrícolas. Los agricultores pueden experimentar con diferentes tipos de cultivos en busca de nuevas oportunidades de mercado o para diversificar su producción, pero es difícil decir con certeza qué cultivos nuevos serán los que ocupen nuestra tierra, hay tanta complejidad ahora en el sector agrario que se hace muy difícil apostar a ganador sin información actualizada.

Las primeras floraciones de los cultivos que se sembraron en otoño, colzas, habas, camelina, leguminosas, empiezan el estado de desarrollo final animados por las condiciones mejores de clima, la bonanza meteorológica, las lluvias tan ansiadas de esta primavera y los días más largos.

Imagen: Miguel Gutiérrez López

 

Las alternativas en agricultura han sido siempre el caballo de batalla para la agricultura aragonesa por su extrema complejidad, un medio a veces muy hostil que requiere de herramientas diferentes para trabajar y una rentabilidad muchas veces puesta en entredicho.

El cereal es el rey de nuestro campo, ocupa más del 70 % de todo el territorio, el secano es su medio natural, el regadío ayuda, pero es el que es, estamos siempre pendientes de la primavera en el campo, dependemos de ella siempre.

Y no son muchos los cultivos que nos ayudan a llevar este cambio a buen término, pero los hay y nuestros esfuerzos han estado siempre encaminados a buscar lo más difícil, vayan aquí algunos de los que nos quitan el sueño.

La colza es un cultivo importante en Aragón, especialmente en las zonas de secano, aunque cada vez más nuestros regadíos la prefieren como una muy buena alternativa junto con los cereales de invierno. Se ha convertido en una alternativa interesante al cultivo de cereales por ser un cultivo resistente, que requiere pocos cuidados y que se adapta bien a las condiciones climáticas de la región, aunque tiene sus momentos de complejidad, su siembra e inicio de desarrollo la limitan a futuro.

En Aragón, la colza se cultiva principalmente para la producción de biodiesel, aunque también se utiliza como materia prima para la producción de aceites comestibles y como alimento para el ganado. El aceite de colza es una fuente de energía renovable y una alternativa más sostenible a los combustibles fósiles.

El cultivo de colza en Aragón ha experimentado un aumento significativo en las últimas décadas, gracias a la mejora de las técnicas de cultivo y la creciente demanda de biocombustible, siendo además un cultivo que ayuda a mejorar la fertilidad del suelo y reduce la erosión, lo que contribuye a una agricultura más sostenible, convirtiéndose en una opción interesante y rentable para los agricultores, especialmente en zonas de secano, contribuyendo a una agricultura más sostenible y a la producción de energía renovable.

Y ese nuevo cultivo que aparece en muchas de nuestros territorios de secanos fríos de Tierras Altas del Sistema Ibérico, en la Hoya de Huesca y en secanos áridos del Bajo Aragón, que florece en esta época, de colores más claros que la colza, mucho más resiliente, los cambios en los que estamos inmersos nos obligan a trabajar en ello, la Camelina sativa, el llamado sésamo bastardo, que nos vino de Europa del Norte y de Asia, de un ciclo más corto que se está adaptando perfectamente a nuestras condiciones de secano.

Imagen: Miguel Gutiérrez López

 

El cultivo de camelina es una alternativa interesante para la agricultura en Aragón, ya que se trata de una planta resistente que puede crecer en condiciones de sequía y baja fertilidad del suelo. La camelina es una planta oleaginosa que se utiliza para la producción de biocombustibles y aceites para la industria alimentaria.

En Aragón, la camelina se ha cultivado de forma experimental en los últimos años, principalmente en las comarcas del Bajo Aragón, Hoya de Huesca y Sistema Ibérico, Campo de Daroca, Gallocanta y la Comarca de los Monegros. Los resultados de estas pruebas han sido positivos, demostrando que la camelina es una planta que se adapta bien a las condiciones climáticas y de suelo de la región.

El cultivo de camelina puede ofrecer varias ventajas para los agricultores de Aragón, como una mayor rentabilidad por hectárea, una reducción de la dependencia de los combustibles fósiles y una mejora de la sostenibilidad ambiental de la agricultura.

A pesar de que el cultivo de camelina aún no se ha extendido ampliamente en Aragón, existen iniciativas y proyectos en marcha para promover su cultivo y aprovechar su potencial como cultivo alternativo y sostenible en la región.

¿Y qué hay del cultivo de leguminosas en Aragón?

Las leguminosas son cultivos importantes ya que contribuyen a mejorar la fertilidad del suelo y reducir la dependencia de los fertilizantes químicos. Además, las leguminosas son una fuente importante de proteína vegetal para la alimentación humana y animal.

El cultivo de leguminosas en Aragón puede ofrecer varias ventajas para los agricultores, como una reducción del costo de los fertilizantes, una mejora de la calidad del suelo y una diversificación de la producción agrícola.

Imagen: Miguel Gutiérrez López

 

Además, el cultivo de leguminosas puede contribuir a la sostenibilidad ambiental de la agricultura, al reducir la emisión de gases de efecto invernadero y es una opción interesante y rentable para los agricultores de Aragón, ya que contribuye a la sostenibilidad de la agricultura y ofrece una fuente importante de proteína vegetal para la alimentación humana y animal.

Estamos ante un cambio de paradigma agrario, la utilización de los recursos de especies que nos faciliten ese cambio tan necesario se adapten a nuestro territorio y que rentabilicen muchas de nuestras explotaciones, las leguminosas han sido y serán fuente de sostenibilidad en el sistema agrario y fuente de la diversidad tan necesaria para la economía circular que se pretende en un futuro.

En Aragón, las leguminosas más cultivadas son las habas, los garbanzos, las lentejas y los guisantes, entre otros. Estos cultivos se adaptan bien a las condiciones climáticas y de suelo de la región, especialmente en las zonas de secano, pero es el clima actual el que marca que se desarrollen unas por encima de otras amen del mercado al que se dirigen, que condiciona absolutamente cualquier desarrollo.

Europa nos exige ese cambio de forma ordenada y debe de poner los recursos económicos para que esto se pueda llevar a cabo, pero es la sostenibilidad técnica y económica la que hará que ese cambio sea real y venga para quedarse.

Debemos de estar preparados para lo que se nos exige siempre bajo la base del conocimiento, que es el que definirá si es o no posible llevarlo a cabo.

 

Miguel Gutiérrez López

Jefe Unidad Técnica Cultivos Herbáceos

Centro de Transferencia Agroalimentaria

Gobierno de Aragón